Como la pereza me invade, voy a lo fácil. Sigo con mi tema alcohólico; nadie como el bueno de Rory y su Too Much Alcohol, como los bluesmen de los años treinta: sólo él y su guitarra (preciosa, por cierto). ¿A qué sabrá el cherry brandy?
miércoles, 16 de abril de 2008
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1 comentario:
Fantástico. Como ya he dicho, el sonido del blues puro, soo voz y guitarra em trasnpotan, son magia pura.
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