jueves, 17 de abril de 2008

El astuto Virgilio


Hoy me da por la investigación literaria. Una suposición: imaginemos que un escritor recibe el encargo de realizar una historia para ensalzar a un gobernante y justificar una guerra contra un pueblo vecino mitificando un odio ancestral. Para todo ello, recurre al plagio de una famosa obra anterior. ¿Qué ocurriría?

Respuesta: La Eneida. Es lo que hizo Virgilio con Augusto, Cartago y la Odisea, respectivamente. Cierto que está llevado a un extremo, habrá quien no vea plagio, que diga que exagero, o que, sencillamente, no se ha leido ninguno de los dos. Pero esa no es la cuestión.

Mi héroe favorito de todos los tiempos es, y será siempre, el astuto Ulises, tanto por la Iliada, como por la Odisea. Ya sea haciéndose el loco para no ir a la guerra, ya ideando el caballo, engañando al Cíclope, bajando al Hades, o enviando al mismo a los pretendientes, me ha hecho pasar alguno de los mejores momentos de mi vida. Por otro lado, la estructura de la Odisea siempre me ha parecido, no moderna, sino de vanguardia: su comienzo in media res con la situación en que se encuentra Itaca y el viaje de Telémaco en busca de su padre, la marcha de Odiseo de la isla de Calipso, su estancia con los feacios, el flashback contando lo que pasó desde que acabó la guerra hasta su llegada, su regreso a Itaca, el reencuentro con Telémaco, la venganza... Fascinante.

La Eneida me pareció más floja. Además, Eneas nunca fue santo de mi devoción. En cualquier caso, debo admitir que es una de las mejores obras de la literatura universal y es aquí precisamente a donde quería llegar: aunque partiera de un encargo que hoy nos parecería vil, aunque se parezca (se me parezca) sospechosamente a la Odisea, Virgilio fue capaz de crear, y de crear algo tan hermoso. Otra cosa es que a su muerte ordenase su destrucción. Sus motivos tendría.

Sin embargo, en nuestros días para ensalzar la figura de alguien o justificar cualquier cosa, ya no se utiliza el arte. Y de la calidad de los plagios... mejor no hablar

2 comentarios:

Cafeína dijo...

Me encanta la literatura sobre guerras y dominios ancestrales.
¿Has leído "La vieja sirena" de JL Sampedro? Te la recomiendo

Bardamu dijo...

No, pero tomo nota. :)