Después de haber recibio elogios y halagos tales como usurpador o impostor, me he decidido a actuar en contra de mis principios y dar explicaciones. No soy ni lo uno ni lo otro, simplemente tengo una actitud posmoderna y, a través de este blog, no hago otra cosa que crear un personaje no muy alejado de mi persona sin necesidad de ser la misma cosa. Y sí: lo que amo lo utilizo, que diría Foucault. Reciclo todas las ideas previas a mi existencia creado obritas que no están a la altura ni falta que me hace. Mis modelos: Bowie y Dylan. Quien crea haber hecho algo original en su vida solo tiene que investigar y documentarse para darse cuenta de lo contrario.
Tras esta pedante introducción, informo a quien no lo sepa que La Gloira es un personaje del libro El Arrancacorazones, de Boris Vian. Se trata de un habitante del pueblo que toma su nombre de la barca en la que trabaja. Su oficio: alimentarse de la vergüenza del pueblo a cambio de un oro que no puede canjear. Esa era la idea primera del blog: investigar nuestro lado oscuro sin necesidad de hacer denuncia. Pero acercándose el verano no hay muchas ganas.
En cuanto a la imagen, se trata de un dibujo de Balthus (Michelina endormie), pintor al que tengo gran simpatía. En principio pensaba poner La Barca de los Locos del Bosco, más en sintonía con la idea original, pero no se apreciaba bien. Luego me decanté por este, que me recordaba un fragmento de Capote en su Crucero de Verano (libro por otra parte un tanto flojo, todo hay que decirlo):"una de las muchas magias que existen es la de observar cómo duerme alguien a quien amamos: sin ojos e inconsciente, por un momento te adueñas de su corazón; indefenso, es entonces, por irracional que sea, todo lo que esperabas que fuese: puro como un hombre, tierno como un niño". La misma idea de comtemplar a los durmientes ya aparecía en Nietzsche, en su Así habló Zaratustra, pero prefiero este otro texto.
Por lo demás, felices sueños a todos, soñeis con lo que soñeis.
Tras esta pedante introducción, informo a quien no lo sepa que La Gloira es un personaje del libro El Arrancacorazones, de Boris Vian. Se trata de un habitante del pueblo que toma su nombre de la barca en la que trabaja. Su oficio: alimentarse de la vergüenza del pueblo a cambio de un oro que no puede canjear. Esa era la idea primera del blog: investigar nuestro lado oscuro sin necesidad de hacer denuncia. Pero acercándose el verano no hay muchas ganas.
En cuanto a la imagen, se trata de un dibujo de Balthus (Michelina endormie), pintor al que tengo gran simpatía. En principio pensaba poner La Barca de los Locos del Bosco, más en sintonía con la idea original, pero no se apreciaba bien. Luego me decanté por este, que me recordaba un fragmento de Capote en su Crucero de Verano (libro por otra parte un tanto flojo, todo hay que decirlo):"una de las muchas magias que existen es la de observar cómo duerme alguien a quien amamos: sin ojos e inconsciente, por un momento te adueñas de su corazón; indefenso, es entonces, por irracional que sea, todo lo que esperabas que fuese: puro como un hombre, tierno como un niño". La misma idea de comtemplar a los durmientes ya aparecía en Nietzsche, en su Así habló Zaratustra, pero prefiero este otro texto.
Por lo demás, felices sueños a todos, soñeis con lo que soñeis.
6 comentarios:
No te pases al lado de los poetas Mr. Bardamu, tú perteneces al bando de los impostores porque así lo quiso Cohen.
Me agrada compartir el gusto por las líneas femeninas recostadas, somnolientas, abandonadas en ese preciso momento en el que la piel sólo conoce el tacto sutil y raso de una sábana nívea.
(...)
Bardamu,impostor, Lena y yo te querremos siempre. Sólo necesitamos por tu parte cinco cartas hábiles que disepen cierta niebla.
*Mr. Olivier
No sé si por lo que leo te has sentido molesto por la broma que te gasté hace un par de entradas en relación con "Acción de Gracias", que no era más que eso: estrictamente una broma.
Un beso.
AS: tienes toda la razón, al igual que Cohen, soy un impostor. Te espero con las 21 cartas cargadas, dispuestas a que escojas.
Ana: no hombre no, de molesto nada. Quizá el texto no tenga el tono adecuado, pero eso se debe al cansancio. Reflexionaba sobre las dos palabras y lo bien que casan entre sí y con el blog, eso es todo. Entendí la broma y soy tan usurpador como impostor, es cierto; ademas, la palabra es bonita: usurpar.
Es dificil molestarme, podeis llamarme lo que queraís. Lo que me recuerda que aún no he recibido un comentario poniendome verde...
Besos salados y sin tildes
UN APUNTE PROSAICO:
Mucho me temo que las que dormimos babeando la almohada no tenemos un aspecto tan delicado como para andar inspirando carboncillos ni poemas...
Todos somos impostores de una forma o de otra, en un momento o en otro.
Las palabras de CApote son una verdad como un templo. No hay nada como mirara a la persona mada mietras duerme, sin capas de protección, sin roles, sin pesos en el corazón. en ese momento, esa persoana, se revela realmene ante nosotros.
Enigmala: no estés tan segura
Doc: y tanto.
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