La vida, o la coges con ganas, o te echas a un lado. No hablo de aprovechar el tiempo, ni de ver la botella medio llena ni de ñoñerías de libro de autoayuda. Simplemente de amor a la vida. Hoy he vuelto a hablar con alguien que ha sufrido mucho durante bastante tiempo. Nunca la he oído quejarse ni alardear de su calvario, jamás habla de dolor: adora cada detalle de cuanto la rodea. Ni siquiera es optimismo. Sinceramente, creo que simplemente es amor.
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5 comentarios:
Qué bonito, sí, señor :-D
Como siempre conciso y directo al centro, sin vueltas. Me ha gustado mucho y además entiendo eso que dices, me encanta cuando una persona me transmite eso, es como que te inunda. Un abrazo, con y sin cobertuta!!
las personas que peor lo han pasado o lo pasan, pero que peor de verdad, son las que al hablar de ellas se lo ves en la forma de ser, no tanto en lo que dicen. Una compañera de trabajo dijo una vez: "la cara es el espejo del alama, los ojos sus delatores".
Amor... ay.
Gracias Noema, tú sí que eres linda.
Anónima: ¿te quedán ganas de hablar de inundaciones? Eres todo un desparrame.
Canichu: qué razón tienes, de verdad que se les nota; y te lo contagian. Es curioso que quienes más han sufrido suelen ser los más optimistas.
Ana: Huy qué suspiros...
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