Hay una escena en esta peli que se merece un comentario en este blog, aunque el cine no sea lo mío.
En un bar están bebiendo dos mojitos y un gin tonic. Es una escena importante en la trama y la eleccíón de las bebidas no es casual. O yo no lo veo casual, porque sí reflejan el estado de ánimo: la sintonía entre dos de los personajes, con el azucar y la menta que siempre representan cierta alegría y frescura, y la amargura de quien se confiesa, reflejada en la tóncia.
Claro que todo esto puede ser una paja mental mía, que siempre me fijo en las mismas cosas.
domingo, 22 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Se rumorea Bardamu, que a falta de una, llegaste acompañado de dos mujeres a la sala de proyección.
Por cierto, ayer me tomé un Gin TONI-c con zumo exprimido de limón en el Café La Palma que me supo a "gloira".
Pero qué portera eres...
De sobra sabeis que siempre me acompañan más de una. Cuestión de estética y gusto.
En cuanto a la copa, ya era hora de que golfearas un poco, pendejo; pero me mantengo en lo dicho; la Toni-ca es símbolo de amargura.
Publicar un comentario