jueves, 2 de febrero de 2012

A change is gonna come



Durante una reunión de amigos en una cálida y soleada tarde de verano empezó a sonar Perfect Day, de Lou Reed. Uno de ellos comentó cuánto le gustaba esa canción y que le gustaría que sonase en su funeral, despedirse de esa manera, con un día perfecto en el que todo sale bien. Ahora, cada vez que escucho la canción pienso en ello y reconozco que da un punto de optimismo curioso.
Pocas veces he oído a alguien que tenga mínimamente planeado ese momento y mucho menos que lo vea desde ese ángulo. Al final, el funeral tiene una doble perspectiva: cómo le gustaría despedirse a uno y cómo les gustaría hacerlo a los demás.
Lo cierto es que varias veces he pensado en las canciones que podrían sonar ese día y siempre las voy cambiando. Y, a pesar de que me gustaría que fuera una fiesta y fuera algo alegre, no me resisto a que suene este tema. Porque todo, al final, está por llegar.