sábado, 8 de agosto de 2009

Heaven stood still

Supongo que no se ha ido. Ha dejado su corazón en nuestras manos bajo la forma de canciones sinceras, directas e inolvidables. Estará rodeado de rosas y viejos amigos, impecablemente vestido, tomando una copa y fumando tranquilamente. Este viejo dandy criollo va a permanecer mucho tiempo conmigo.
Los antiguos pensaban que la inmortalidad no estaba en otro mundo, sino en la memoria. La fama póstuma. Me hace pensar en un poema de Ana de la Robla que leí hace tiempo. El lápiz y la nieve, creo que se titulaba. Supongo que no tiene nada que ver con ésto, pero esas dos imágenes juntas son, precisamente, símbolo de lo efímero. Están destinados a desaparecer derretidos o borrados. Pienso en todos los dibujos que hice años atrás, ahora borrosos y desgastados, o en esos paisajes nevados que desaparecen cada primavera. Por no hablar del Ártico.
El Sr. DeVille vivirá tatuado en la memoria de no sé cuantas generaciones. Inconsumible. En bronce y arena.

2 comentarios:

Doctor Spawlding dijo...

Vaya añito. Es un año de pérdidas continuas.

Bardamu dijo...

Eso parece, Doc