jueves, 20 de agosto de 2009

En compañía de otros

Ayer cumplí uno de los sueños que arrastro desde de mi infancia: ver a Santiago Auserón en vivo y en directo. No defraudó en absoluto. Llega con algo más de dos décadas de retraso y los ojos con los que le veo ahora son distintos; las emociones que despierta, también. Hace la música que le da la gana, ajeno a modas, y disfruta como loco en el escenario, algo que transmite con naturalidad y frescura. El público estaba entregado y no era para menos.
Pero, ah el público, ¿qué pasa con el público en esta ciudad? Me explico: la entrada del concierto costaba tres euros, aunque figurando dentro de las actividades de la UIMP supongo que existirían invitaciones para los participantes de los cursos. Desde hacía tiempo, las entradas estaban agotadas y, sin embargo, había muchos sitios vacios. Supongo que hubo gente a quien se le complicó el asunto a última hora, gente con invitación que se la traía al pairo y la desaprovechó y seguidores suyos que se quedaron con las ganas. El caso es que en los conciertos siempre veo a las mismas personas, sobre todo si es pagando. Y si se trata de grupos de por aquí el número se reduce aún más.
Recientemente, y coincidiendo con la muerte del Sr. deVille, uno de los locales más emblemáticos en Santander (El Callejón del Swing) era sancionado por ofrecer música en directo, obligándole a suspender varios conciertos y jams que tenía programados. Los músicos y simpatizantes han hecho varias protestas en la red y, hasta donde sé, ahí termina todo. Pataleta contra el Ayuntamiento, enfado y a llorar a casa. Que me corrijan si no es así, lo deseo de verdad.
Pero debemos reflexionar de forma un poco más profunda: ¿quién va a los conciertos?¿qué se ofrece en los directos? En Santander no hay público, sobran músicos y faltan artistas.

1 comentario:

Doctor Spawlding dijo...

No entiendo la política cada vez más extendida en todas las ciudades españolas por matar la noche, la vida nocturna. Es seña de identidad española, además de ser cultura y vida para una ciudad.