Doy por finalizado el verano cuando me corto el pelo. Suelo esperar a que hayan pasado los días de sur porque me encanta sentir cómo el viento juega con mi cabello, enredándolo, despeinándolo, revolviendo mis rizos como si fueran olas. Disfrutar de los días soleados al principio del otoño, cuando la ciudad está medio vacía, entregada, paseando despreocupadamente y bebiendo vino blanco, deslumbrado por el brillo de la bahía al mediodía.
Pero se acabó. Me he cortado el pelo, ha empezado a llover, el verano se ha acabado.
5 comentarios:
"...cómo el viento juega con mi cabello, enredándolo, despeinándolo, revolviendo mis rizos como si fueran olas..."
Anda ya!! pero si todos sabemos que eres calvo! ;P
Jeje, debería titularlo "lo que el viento se llevó", señorita Enigmala
Y yo que pensaba que el pelo se corta cuando EMPIEZA el verano, por eso del calorcito y tal :/
Sí, el otoño, ese maldito, está ahí, acechando.
Cafeina: que yo lo haga no suele significar que sea lo normal, ni lo correcto.
Doc: hoy que ha cambiado la hora, tienes más razón que nunca.
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