miércoles, 17 de septiembre de 2008

Flor de otoño

Me resisto a que empiece el otoño, a que los días sean cada vez más cortos, las faldas y las mangas cada vez más largas, la ropa más oscura, el tiempo menos libre y más frio, a que se caigan las hojas, a que empiece la liga, el colegio...
Pero me encantan la vendimia y las castañas asadas, qué le voy a hacer. También he descubierto que el mosto rojo y la ginebra combinan muy bien en esa época del año y que las fiestas son cada vez más íntimas, privadas y menos confesables.

4 comentarios:

Doctor Spawlding dijo...

Pues yo odio el otoño y el invierno con todas mis ganas. Estoy pensando en invernar hasta primavera.

EL ANGEL NOCTURNO dijo...

El otoño es mi estación favorita, la que me inspira para escribir, para añorar y para sentir...
Siento disentir, pero hay algo mágico que envuelve a esas noches que se aproximan a ritmo de adagio, de música envolvente que te atrapara para no soltarte jamás.

Descubrí tu blog a través de un post que dedicaste al Mil Rosas, lugar donde estrené mis primeros poemas el pasado mes de enero.
Poemas que, como no podía ser de otra manera, fueron escritos en otoño.

Un saludo y mil besos

Bardamu dijo...

Isidro: Cada época tiene su encanto. Me alegro de que Mil Rosas vaya uniendo gente. Un saludo

Anónimo dijo...

A mi también me gusta el otoño:

http://carlosjaviergalan.blogspot.com/2007/11/al-otoo-en-madrid-no-le-dejan-ser.html

Y no me digas que no compensan las fiestas más íntimas y más inconfesables el que la luz dure menos...