sábado, 11 de abril de 2009

Limpiaparabrisas


Mientras duermes y tu corazón late,

la noche es joven;

una muchachita tierna que corre de puntillas

por la revuelta habitación del atardecer,

apenas una niña que juega traviesa

a capturar sueños con un viejo sombrero.


Y tu corazón late como un puntual metrónomo

y la noche baila con su vestido azul.


Tú duermes haciendo sueños como pompas de jabón

y la noche los explota con su nariz;

tu corazón late como un limpiaparabrisas

y los restos de tus sueños se esparcen húmedos

por la habitación de la mañana

y la noche, empapada, bosteza un amanecer.


El tiempo se escapa como una mariposa violeta

entre los agujeros de un viejo sombrero.

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