miércoles, 24 de agosto de 2011

Bla bla bla

Ayer leía en la revista Woman (no sé si era reciente, estaba sobre la barra de un bar y la ojeé mientras esperaba) un artículo sobre escuelas de escritura. Estaba curioso. Aunque yo nunca he creido que sean necesarios para ser un buen escritor. Es más, creo que pueden echar a perder a más de uno. Pero bueno, a quien le sirvan... El caso es que en una columna a la derecha entrevistaban a un escritor, un escritor de éxito, supongo, no me quedé con el nombre. Hablaba de su experiencia y daba algunos consejos. Y me llamó la atención uno en concreto: animaba a vivir fuera (no me quedó claro si se refería a fuera de casa de los padres, en otro país, o en un parque) y buscar experiencias, meterte en situaciones que puedan inspirarte. Y está bien el tema de las viviencias, pero cuando me paré a pensarlo, caí en que los grandes escritores no se han distinguido, en general por tener unas vidas especialmente agitadas. Pienso en Verne, Salgari, o el mismo Navokov.
Quiero decir, el escritor analiza, procesa, modifica, imagina... cuenta las vidas de otros más que la propia.
En fin, es sólo una reflexión rápida que me sirve para presentar el nuvo blog de un amigo: milímetros SC. Lo dejo ahí al lado para quen le interese.
Heroe: espero que esta vez seas más constante

2 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

Yo tampoco creo en las escuelas de escritura. Y es verdad, aunque viajar puede haber ayudado a algún escritor, hay muchos que no lo hicieron demasiado. Así por ejemplo, hablan de un filósofo, jamás salió de su ciudad... se llamaba Kant.

Eriwen dijo...

Vuelveeeeeeeeeeeeeeeeeee