...pero tenemos la música", son las palabras que Leonard Cohen puso en boca de Janis Joplin. Y tenía toda la razón del mundo.
Agosto, sale el sol tras una temporada de nubes y lluvias, me espera un largo turno de tarde bajo la molesta luz eléctrica de la nave. Pero tengo la música.
Con la piel pálida y ojeras de una semana, el sábado parecerá que disfruto de un permiso penitenciario. Pero tengo la música.
Si me desgracio saltando como una cabra por entre las trincheras que han levantado en la Calle del Sol, no pasa nada: tengo la música.
7 comentarios:
Literatura, música... nuestras más leales tablas de salvación.
Tengo algún que otro descubrimiento a nivel musical que espero satisfaga su siempre fino y sensible criterio.
Saludos.
Mr. Olivier.
Aunque estoy de acuerdo con ustedes caballeros, ¿Qué hay del maravilloso mundo de la frivolidad? ¿donde quedan esos maravillosos veranos no haciendo absolutamente nada? Yo siempre reivindicando tiempos pasados...
Muchachos, creo que mi sensibilidad es limitada; la frivolidad me encanta, pero no me dejan mucho tiempo para disfrutarla.
Lo de los tiempos pasados... Lo mejor está por venir.
Ah, y otra cosa: menos palabras y más lengua!!!!
Pues yaves, a mi a veces nisiquiera me sirve la música.
Doctor, para esos momentos conozco un par de bares. Lástima que te queden algo a desmano
¿tanto tienes la música que ya no escribes en el blog? (a sabiendas de que yo estuve una temporada mayor sin escribir el pasado agosto).
Saluditos.
Música, días de sol y poco que decir. Que da una pereza ponerse ante el ordenador...;D
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